Google estaría proyectando poner en funcionamiento una nueva tecnología de seguimiento de publicidad, que sustituiría al sistema que utiliza cookies como herramienta para este propósito, Ad-tracker o AdID. Según los argumentos que maneja como de mayor peso para este cambio, estaría una mayor seguridad del usuario cuando navega por Internet y una administración más trasparente de la utilización de los mismos a través de un centro de datos a los que accederían sólo empresas que adhieran a un contrato de privacidad.
Mucha tinta se ha invertido para plantear los peligros para el usuario que implica la utilización de cookies, incluso países europeas han tomado medidas al respecto. Hoy no es extraño encontrar sitios web que solicitan el permiso de los visitantes para utilizar las galletas “espías”, para cubrirse de cualquier sanción o reclamo de uso indebido de información.
Pero la realidad indica que hay todo un sistema funcionando basado en la información que proviene de las cookies y cada vez más el smart commerce o el comercio inteligente necesita conocer los gustos e intereses de los clientes para generar programas que le permiten lograr ventas más eficientes y lograr el objetivo de satisfacer las necesidades de los mismos.
Si hay una empresa más asociada a esta temática y que relaciona sus ingresos con la misma es Google. La empresa de Mountain View hablando de número redondos, es dueña del navegador que utiliza más del 50% de los internautas.
Pero sus credenciales son aún más potentes, es la compañía que factura un tercio del mercado de publicidad on line (que se evalúa en 100 billones de dólares) además del 56% de todos los ingresos de publicidad en los teléfonos móviles, donde su sistema operativo, Android, es uno de los más utilizados.
La clara preferencia que ha logrado en el campo de las búsquedas, le otorga la mayor plataforma de anuncios de publicidad existente en el mundo: Adwords.
Por lo tanto, Google es la marca asociada al mundo de la publicidad por excelencia y resulta lógico que pretenda y proyecte este desarrollo tecnológico que le permita un seguimiento seguro sin depender de terceros y, además, asegurarse una confección a medida de la información que necesita para lograr resultados más eficientes y ofrecer servicios más atractivos.
Otra gran empresa estadounidense, Apple, ya realizó algo similar a la idea que plantea ahora Google, aunque puede haber diferencias importantes, con singular éxito en su navegador Safari. Ahora, motivado por hacer más seguro para el usuario la navegación y por consiguiente, blanquear de la mejor forma este elemento esencial para la industria de la publicidad, que denota un deterioro en el actual sistema cookie, el gigante de las búsquedas estaría encarando este proyecto.