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Ya hemos realizado algunos comentarios sobre la próxima era de Internet, con la conexión a la Red de millones de nuevos sensores y dispositivos que serán suministradores continuos de datos de distinto tipo. Esta nueva era, identificada con el nombre IoT, Internet de las Cosas, producirá un volúmen de datos tan extraordinario que los ingenieros especializados en la infraestructura de redes sienten enfrentar un gran desafío.
Pero hoy no vamos a profundizar en el proceso llamado BigData, que se relaciona con el fenómeno IoT, sino que centraremos la atención en lo que pasará con el análisis de estos datos. La grandes consultoras, que se encargan de dibujar el futuro en la forma más definida, hablan de 32.000 millones de dispositivos conectados en el 2020. Millones y millones de datos con información recorriendo el ciberespacio y llegando a enormes banco de datos ubicados en los servidores. Pero, que hacer con esos datos ?
Las cifras del porcentaje actual de datos que es analizado racionalmente y que sirven para reconfigurar sistemas, interfaces de usuario y métodos es muy pobre. No llega al 6 por ciento y se estima que el volúmen de datos aumente un 40 por ciento cada año.
El valor central de esta mega información se refiere a las acciones que realiza el consumidor frente a concretas situaciones. Es decir esconde el gran tesoro que permite conocer nuestras reacciones ante un estímulo específico y de esta forma adecuar el producto o servicio a las mismas.
El procesamiento de esta mega información digital se convierte en una necesidad de las empresas que quieren liderar los negocios. Lo digital ya no es una opción, no es una alternativa por la cual una empresa moderna pueda optar, sino que es una nueva realidad que requiere un liderazgo para reconocer las enormes posibilidades que surgen de los cambios en los modelos de negocios.
El Internet de las Cosas traerá nuevos modelos en los procesos de negocios. Es mayoritaria la opinión en el círculo empresarial que la digitalización de los productos y procesos son una realidad que permite la mejora de los mismos, pero además esto se traslada a los clientes y a sus experiencias y a la forma de trabajar en las organizaciones y en la sociedad.
Los analistas esperan cambios a nivel de modelo de negocio. Empresas enfocadas en productos concretos y con marcas asociadas a un producto visualizan la necesidad de adaptarse a la nueva era y formulan su plan de negocio. Por ejemplo, Nike, apunta a incursionar en la industria dela salud, con la llamada “ropa inteligente” como complemento de sus productos vinculados a la industria del calzado.
Pero existe lo que se llama en la jerga un tercer nivel de la reinvención digital que nace por la necesidad de las empresas de tener que competir con una velocidad sin precedentes y una rapidez de respuesta que se identifica como el “momento de los negocios”.
La idea empresarial de que los datos y el conocimiento son dinero llega al escalón más alto en la era del Internet de la Cosas, ya que el mega flujo de información que se generará en tiempo real a partir de un gran número de objetos y sensores representa el mayor capital que se haya logrado en lo que refiere al conocimiento del consumidor.
Las empresas necesitarán grandes tecnologías para recolectar, almacenar y especialmente analizar esta gran cantidad de información, a los efectos conseguir que el correcto proceso y lectura de la misma se represente en las características de los productos y servicios presentados al consumidor como satisfacción del mismo.
