De entre todas las innovaciones tecnológicas que prometen copar nuestra realidad durante los próximos meses, una de ellas es el desarrollo de la inteligencia artificial (IA) para ejercer de soporte en diversas tareas relativas al mundo comercial. Es fácil recordar Siri de Apple, un software que poseía un carácter divertido y que era capacidad de responder diversas preguntas, siempre y cuando fueran sencillas. Google quiere ir más allá y por eso ha creado Google Assistant.
El proyecto es tan ambicioso como interesante debido a la gran cantidad de aplicaciones a las que Google tiene acceso. Configurado como un asistente virtual, éste sería capaz de comprender el lenguaje natural y sostener conversaciones más complejas que modelos predecesores, hasta el punto de entender aspectos como el contexto o proseguir en la respuesta de preguntas sobre una misma temática, incluso aunque el usuario decida elidir el tema al cual hace referencia.
Conseguir que el asistente responda de forma eficaz y satisfactoria a los usuarios requiere de una programación muy compleja que deberá irse refinando a medida que se utilice y vayan surgiendo nueva tecnología asociada para mejorarlo. Sin embargo, con esta herramienta, Google nos está ofreciendo a un “amigo” que nos acerca un poco más a esa idea de futuro virtual que todos tenemos en la cabeza. Si bien es cierto que el asistente no desarrollará una relación personal con los usuarios, será capaz de advertirnos de nuestras citas y eventos importantes, de aportar recomendaciones según nuestros gustos o, incluso, de hacernos sugerencias si se da la coincidencia que en la zona hay alguien conocido.
Esto es posible, como hemos dicho, gracias a los diferentes servicios de Google: si en Calendar hemos introducido las citas, si se ha efectuado una reserva a través de Gmail o si tenemos activado el geolocalizador. Estos aspectos, sin embargo, podrían provocar ciertas suspicacias sobre el tema siempre tan controvertido de la privacidad. Parece ser que en este aspecto la compañía quiere aportar transparencia total; mediante una web será posible controlar la información que se almacena para que Google Assistant trabaje, de modo que siempre estará en manos del usuario restringir los datos que desee.
Si a esta tecnología le sumamos Google Home, un altavoz de diseño elegante que te permite darle órdenes a Google Assistant, obtenemos un aparato multifunción capaz de ayudarnos virtualmente con multitud de tareas. Hay que tener en cuenta que la compañía está trabajando conjuntamente con algunos de los expertos de Pixar para que puedan lograr una personalidad “humana” para el asistente, siendo capaz hasta de reflejar las emociones adecuadas en cada situación.
A pesar de que Google Assistant ya se puede instalar en los smartphones, su configuración actual obliga a cambiar el idioma del teléfono al inglés, de modo que si no se tiene fluidez con este idioma resulta poco útil. Tendremos que esperar a ver cómo va evolucionando esta aplicación y si realmente se convertirá en un ayudante indispensable para nuestra vida diaria.
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