Momentos trascendentes en la vida de Internet se están viviendo en los Estados Unidos, donde el Senado se dispone a votar una Ley conocida como SOPA por sus siglas en ingles: Stop Online Piracy Act. De concretarse dicha votación en forma positiva, el Internet que conocemos hoy dejaría de existir, ya que los componentes de dicha Ley eliminarían miles de sitios y acceso a contenido que podrían ser considerados infractores de la Ley de Propiedad Intelectual y de Derechos de Autor.
Sin entrar en detalles del proyecto de Ley SOPA, hay que mencionar como centro medular del mismo, que la Ley habilita al Departamento de Justicia de Estados Unidos a emitir órdenes judiciales en contra de sitios webs que sean denunciados por infrigir los Derechos de Autor, bloqueando su DNS o dominio. Pero además puede intervenir en motores de búsqueda, publicidad o sistemas de pago que permitan o faciliten que estos sitios cuestionados funcionen, por lo cual se ven involucrados y responsabilizados sitios como Google, Yahoo, Facebook, Twitter, PayPal, eBay, YouTube y todos los servicios cuyas plataformas sean utilizados por los sitios o contenidos cuestionados.
El problema es de tal dimensión que los sitios cuyo tráfico están relacionados con contenidos que administran usuarios comunes, como es el caso de las plataformas sociales principalmente, han decidido unirse en una fuerte campaña contra esta Ley que terminaría con un “apagón de Internet” el próximo 23 de enero, un día antes de la discusión de Ley SOPA en el Senado como forma de protesta y de pedir el voto negativo de los senadores de los Estados Unidos a esta Ley que podría cambiar lo que hoy conocemos como Internet.
La Ley también quiere establecer el criterio de “puerto seguro” (“safe harbor”), que consiste en que una empresa como Google se haga responsable de lo que suben los usuarios a sitios como YouTube por lo que obligaría a la red de videos a revisar uno por uno cada contenido.
Realmente, horas cruciales para Internet, y desde aquí lo que podemos desear, utilizando las redes sociales para trasladar ese deseo, es que esta Ley no sea votada y que la piratería sea combatida de otra forma que no le confiera a un sólo país y a su criterio el poder sacar de la red a los sitios que considere, según un criterio unilateral, inapropiados. Además la misma conspira claramente contra el derecho de expresión de los ciudadanos(derecho tan utilizado por Estados Unidos, contradictoriamente).