Tal como reza su slogan: “Para usar Paypal, sólo debes tener una cuenta de correo electrónico”. Pero a pesar de esta promesa, el mecanismo no es tan sencillo. Cualquier persona puede transferir fondos a una cuenta Paypal (para lo cual deberá estar previamente registrado). Pero quien cobra a través de este sistema tiene tres opciones:
- o posee una cuenta bancaria en los Estados Unidos (algo nada práctico y mucho menos simple), donde podrá recibir los fondos y extraerlos de manera gratuita.
- O bien, solicita a Paypal le envíe un cheque a su domicilio. Paypal cobra u$s11 por este servicio. Una vez con el cheque en su poder el usuario puede dirigirse a los bancos autorizados o casas de cambio para hacer efectivo su pago. Allí deberá desembolsar entre el 5% y el 7% del valor nominal del cheque en concepto de comisión. Sólo algunos importes elevados justifican esta serie de pagos.
- La tercera opción, y tal vez la más difundida, es la posibilidad de girar los fondos acreditados en la cuenta Paypal a una tarjeta de crédito internacional. Esto tiene un cargo menor (alrededor de u$s2), pero los usuarios escépticos prefieren no ingresar los datos de sus tarjetas de crédito a la web, por temor al uso que podría hacerse de ellos o ante la posibilidad de ser espiados por un tercero.
En definitiva Paypal es muy eficaz como forma de pago, pero poco práctico aún en gran parte de los países donde opera. Para tener una dimensión de esta problemática sólo será necesario revisar la gran cantidad de foros sobre el tema que pueblan Internet.
Pero decididos a convertir a Paypal en moneda universal, sus directivos han anunciado la apertura de su interfaz de programación (APls) a fin de que los desarrolladores independientes puedan crear aplicaciones que utilicen Paypal como forma de pago. Ya dieron su primer paso en este sentido aplicaciones específicas para iPhone, Facebook, MS Windows Azure, IBM, entre otros.
Por ahora, sólo resta aguardar a que el sistema se torne masivo y ciertos obstáculos comiencen a desaparecer. Para ello Paypal deberá garantizar a sus usuarios simplicidad en el traspaso de fondos, disminución de los requisitos y un notable incremento en sus estándares de seguridad.