Si habláramos de la alta definición en los móviles y lo hiciéramos como si se tratase de una noticia, estaríamos, en el mejor de los casos, muy desfasados. Sin embargo, lo que hoy nos ocupa es que Sharp se ha empeñado en hacer honor a su nombre (“definido”, en una de sus varias traducciones) y conseguir que no se distinga un solo píxel en las pantallas de sus terminales.
No es nada nuevo el hecho de que los japoneses trabajan, y mucho, con todo tipo de paneles y pantallas, de forma un tanto independiente pero a la sombra de las todopoderosas marcas coreanas. Además, Sharp desprecia las alianzas del tipo Japan Display –Toshiba, Sony, Hitachi-.
Y en esa carrera contra la percepción, Sharp ha marcado un nuevo hito, con una resolución de 736 píxeles por pulgada (ppp). El tamaño elegido para soportar tal densidad de puntos (resolución WQXGA) es de 4,1 pulgadas, un tamaño similar al de la pantalla de un iPhone de la anterior generación. De hecho, el display se hace pequeño si lo comparamos con la más de cinco pulgadas de la mayor parte de los nuevos modelos de gama alta.
Un paso por detrás de la ciencia ficción
Para poder hacer realidad la pantalla de la que aquí estamos hablando, Sharp Corp ha usado la más puntera de sus tecnologías, los paneles IGZO LCD. De esta forma, ha logrado superar su anterior marca, situada en los 500 ppp, con el mencionado tipo de panel.
Si usamos la calculadora, vemos que en 4,1 pulgadas caben… 2.560 por 1.600 píxeles, a lo que hay que sumar la calidad de los IGZO LCD. No está mal, pero Sharp ha hecho notar que, extendiendo su diseño, pueden embutir una resolución 4k real en una pantalla de seis pulgadas.
En el mercado, en 2016
Más allá de la exhibición de poderío por parte de la firma nipona, la idea es que las pantallas con esta resolución formen parte de sus productos a lo largo de 2016, tras haber superado los pertinentes test en 2015. Dicho esto, reservemos unos segundos para hacernos una idea del aspecto que tendrán los móviles que se avecinan (…). Ya. Concluimos.
Y concluimos con una reflexión: ¿hasta qué punto supone un avance necesario la ultra-alta definición que se diría que quiere apoderarse de las pantallas de los móviles? En todo caso, parece que los fabricantes se están subiendo a este carro.