¿No os parece que fue ayer cuando empezamos a navegar por internet con nuestro reluciente modem de 28,8 Kbps? ¿O era de 14,4? Pero no nos engañemos: ¡ya han pasado años! y muchos… Los más y los menos hemos realizado páginas web o incluso portales que quedaron en el olvido, hemos disfrutado de juegos o aplicaciones asombrosas y hemos asistido, en fin, a todo un despliegue informativo y mediático a través de la red de redes.
Y es que visto desde la distancia que dan los años, cuando aquello del HTML era casi cosa de magia y empezábamos a hacer los primeros pinitos buscando información con los entonces a veces funcionales “meta buscadores” (que no se piensen algunos que google existió siempre, por dios…), pocos imaginábamos en lo que se iba a convertir todo este embrollo de protocolos TCP/IP y redes interconectadas.
Mucho se ha hablado a propósito de los éxitos que se han cosechado en este mundo virtual, pero a pesar de los consabidos cisnes negros, se han cometido también torpezas monumentales y estrategias de mercado suicidas. El famoso fracaso de las punto com lo generaron de hecho actitudes como la de intentar abarcar -a toda costa- todos los nichos de mercado o la de buscar el mayor número de visitas a golpe de talonario, invirtiendo en los medios de comunicación que generaban más tráfico en el momento.
Hoy en día ya sabemos que buscar la identidad de tu negocio por internet pasa por pensar antes cuál será tu público objetivo, o sea, cuáles van a ser tus clientes, luego intentar conocerlo y posteriormente empezar a plantearte la estrategia… pero en aquel entonces, todo sonaba a portal, o a mega, super y ultra…y no había fronteras en cuanto a lo que se suponía que podía conseguirse.
Así pues, sí que ha cambiado y mucho, en muchos sentidos, este mundo desde entonces, cuando pasé de mi MSX y mi radiante 286SX al famoso Pentium y enchufé aquel modem por primera vez. Supongo que muchos de vosotros tenéis recuerdos similares. Y es que los años no pasan en balde. Por cierto, si tuvisteis alguna página por internet hace tiempo y os entra el “gusanillo” de la nostalgia podéis intentar buscarla en http://www.archive.org/ , quizás os llevéis una grata sorpresa.
Miguel A.L. Morillo
(http://hadamafda.blogspot.com/)
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21/02/2010 at 1:16 pm